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La Santa Caballería ( XI )


jueves, 22 de abril de 2010

Mitos que no resisten la lógica

1.- NO FUERON UNA ORDEN HEREJICA
El propio clemente V la absolvió por que los cargos de herejía que se imputaban no se probaron. Antes del proceso abierto en 1307, jamás se acusó a los templarios de herejía ni de participar en los movimientos heréticos de la época. Es más, durante la cruzada contra los cataros, en la primera mitad del siglo XII, estuvieron de parte del papado.

2.- NO PRACTICARON LA MAGIA
No existe prueba alguna de que poseyeran conocimientos de ciencias ni, desde luego de magia. La magia medieval era una ciencia culta, escrita y ejecutada en latín. Los caballeros y escuderos podían leerla en su lengua vernácula, pero no en latín. Ni siquiera Jacques de Molay sabia latín.

3.- NO PECARON EN EXCESIVO SECRETISMO
El temple no fue una orden secreta, al menos no más que otras. En sus ceremonias de admisión no aceptaban intrusos, normal en una orden religiosa. Tal vez los templarios celebraran sus reuniones de capitulo con gran celo, pero no hay evidencia de ello.

4.- LA ORDEN NO SOBREVIVIÓ A SU DISOLUCIÓN
Clemente V despojó al temple de todo reconocimiento eclesiástico y de sus propiedades. Disuelta su estructura organizativa y sin oficiales que la dirigieran, ya no pudo funcionar como institución. Algunos templarios “resistieron” allí donde por siempre se hizo la vista gorda, pero no duraron mucho. Otros huyeron. Se ha especulado con que hubieran podido sobrevivir como orden en regiones apartadas como Escocia. Pero las conexiones inglesas de los templarios hacían de la región un refugio poco probable en 1312 debido a la guerra anglo-escocesa.

5.- NO FUERON NI MALVADOS NI ESOTÉRICOS
El mito moderno de los templarios se desarrolló entre los siglos XVII y XIX, cuando el romanticismo y la nueva francmasonería recuperaron y distorsionaron su figura. Mientras que los novelistas Walter Scott y George McDonald ofrecieron una imagen negativa de ellos por motivos literarios, los francmasones alemanes aseguraron sin base alguna que eran una sociedad secreta que atesoraba conocimientos esotéricos.

6.- NO FUERON GNÓSTICOS
Con el afán de desacreditar la francmasonería, el pseudohistoriador austriaco Joseph von Hammer cargó contra los “masones templarios” y los tildó de gnósticos en el misterio de Baformet revelado (1818). Los templarios eran católicos ortodoxos, lo que difícilmente podía casar con el transcendentalismo de los gnósticos, defensores de conceptos como la incorporación de Dios y del origen maligno del mundo físico.

7.- NO ADORARON NINGUN IDOLO
Joseph von Hammer también lanzó la idea de que la “cabeza” que adoraban los templarios era un signo gnóstico llamado Baformet. Pero además de que los gnósticos no creían en los ídolos, Baformet era la palabra con que en francés antiguo se denominaba a Mahoma. En todo caso, las únicas cabezas que veneraron los templarios –fruto de la arraigada devoción católica por las reliquias—fueron las de las santas Eufemia y Úrsula.

8.- NO CUSTODIARON EL SANTO GRIAL
El caballero y poeta alemán Wólfram von Eschenbach (c 1170-c 1220) citó a los templarios en Parzival, su relato medieval del Grial, lo que llevó a Hammer a relacionarlos con la leyenda y los supuestos misterios del gnosticismo que la envuelven. De nuevo, no es muy plausible que los templarios, que profesaban una fe católica muy simple, pudieran suscribir, y aun menos entender, ni lo uno ni lo otro. Con todo, von Hammer abrió la veda para que otros autores afianzaran el mito de los templarios.

9.- NO OCULTARON NINGUN TESORO
La orden era propietaria de muchas tierras, pero siempre andaba escasa de dinero, con el que pagaba las fortificaciones y el personal en oriente. Si como se ha sugerido, acumularon grandes riquezas que luego ocultaron, ¿Cómo es que no las dedicaron a la defensa o la recuperación de tierra santa? Esa era la misión que justificaba su razón de ser ante la cristiandad, por lo que semejante teoría es muy discutible.

10.- NO DESCUBRIERON EL NUEVO MUNDO
Es cierto que los templarios tenían barcos para transportar los bienes y recursos hacia oriente latino, pero no tantos ni lo bastante seguros para cruzar un océano y descubrir el nuevo mundo, tal y como disparatadamente se ha aventurado. Además, tampoco podían transportar agua para muchos días de travesía.

11.- EL FALSO “MODELO” DE SU CAIDA
Según la historiadora Helen Nicholson, desde la edad media hasta la actualidad de sus colegas “han desarrollado un “modelo” de la ascensión y caída de los templarios: los ideales puros de los primeros caballeros se contagiaron cuando la orden se enriqueció y se metió en política; la orden se volvió corrupta, avariciosa y cada veza más impopular, y mientras tanto occidente perdía interés por las cruzadas; de ese modo, cuando Felipe IV de Francia arremetió contra la orden pare quedarse con su dinero, nadie la defendió y el temple se vino abajo”. Para la autora, este modelo responde a una valoración moral que, como explicación de la caída de la orden, resulta simplista, además de injusta e inconsciente.

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