Un día muy completo, después de una buena kilometrada en coche, conseguimos llegar a Sain Jean Pied de Port, desde donde se inicia el camino francés de Santiago, la madre de todos los Caminos a Santiago, lo iniciamos en el puente medieval sobre el río Nive. Así accedemos a la rue d'Espagne, barrio de comerciantes y artesanos que apenas ha variado su fisonomía a lo largo de los siglos. Atravesamos la calle de una punta a otra para traspasar los muros derruidos de la antigua muralla y llegar hasta un poste de madera. Clavada, junto a una concha y la marca roja y blanca del GR 65, hay una señal que indica Chemin de Saint Jacques de Compostelle.
Nuestro plato principal del día es la pasarela sobre la garganta de Holzarte en Larrau (Francia) , es un puente construido con traviesas de madera que cruza de lado a lado las paredes calizas de la Garganta de Holzarte.
Se sube a ella desde un parking de tierra muy cercano al pueblo de Larrau, hasta el que los lugareños o los numerosos carteles de la zona te llevarán sin problemas. Desde allí parte una senda que en menos de una hora y tras una subida bastante exigente para aquellos que no estén acostumbrados a andar, nos sube ladera arriba hasta el inicio de la garganta de Holzarte. Llega un momento en que el sendero sale a un verde prado y ya se empieza a ver desde la lejanía este impresionante puente "a lo Indiana Jones".
Según te vas acercando te vas dando cuenta de la magnitud del puente y de la caída al vacío que hay bajo el puente, cerca de 150 metros de caída vertical entre paredes calizas moldeadas durante años por los torrentes de la zona.
La pasarela tiene unos 70 metros de longitud y es una verdadera experiencia cruzarla de lado a lado. No es por asustar a la gente, pero aviso que no es apta para gente con vértigo, ya que las vistas a ambos lados te hacen sentirte realmente pequeño e indefenso. Hacia ambos lados de la pasarela podemos admirar la garganta de Holzarte y otras gargantas de la zona, cada cual más preciosa y abrupta.
Una vez realizad esta visita volvemos a casa, no sin antes hacer unas paradas por el camino, la primera la realizamos en el paso fronterizo del puerto de Iturzaeta, a 1578 metros de altitud, donde tenemos unas preciosas vistas, desde aquí se asciende caminando durante una hora al pico de Orh en plena selva de Irati, este pico es conocido por ser el “dos mil” más conocido del pirineo. Tiene una altitud de 2.021 metros. Es muy atractivo para la práctica del montañismo.
Continuamos hasta el pueblo de Ochagavía, situada al norte del Valle de Salazar, a 764 metros de altitud, en la confluencia de los ríos Zatoya y Anduña, junto al bosque de Irati, Ochagavía se nos presenta como uno de los pueblos más típicos del Pirineo Navarro. Lo caracterizan, su puente medieval, sus calles empedradas y sus cuidadas casas situadas a ambos lados del río Anduña.
Rodeada de milenarios bosques, ríos de aguas cristalinas y altas cumbres, Ochagavía es un lugar privilegiado desde donde disfrutar de las maravillas con que nos regala la Naturaleza.
Nuestra última parada es en la Ermita de Ntra Sra de Muskilda, es una ermita románica del Siglo XII. Se ubica en la preciosa zona de Los Pirineos. Más concretamente, en la localidad de Ochagavía. La Ermita de Nuestra Señora de Muskilda se eleva a más de mil metros. En este lugar reina la tranquilidad. Únicamente, se escucha el viento. En el interior de la ermita podemos contemplar una talla gótica de la Virgen con el Niño. Podemos ver cómo espera sonriente la llegada de las fiestas populares en su honor. Unos festejos que no llegan hasta el mes de septiembre. Es entonces cuando los "dantzaris" envuelven a Muskilda con sus originales bailes.
