En enero, debido a una pequeña miopía al parecer como consecuencia de las intervenciones quirúrgicas del año anterior, tuve que ponerme gafas. También como consecuencia de las operaciones y debido a la perdida de horas de clase, suspendí el curso eso sí, muy categóricamente, seis suspensos y un sobresaliente en matemáticas. Aunque tengo que decir que esto fue mi pasaporte de salida del internado, a duras penas conseguí recuperar las asignaturas pendientes y comencé 7º de EGB en Orellana. Para asistir a clase tenía que hacerme todos los días siete kilómetros andando o en bicicleta para coger el autobús, pero el sacrificio merecía la pena, al menos veía a mis padre todos los días, aunque no a mis hermanos, pues Isabel y Petri ya se habían casado, Eusebio se había ido a vivir a San Sebastián y Toñi trabajaba en Villanueva de la Serena.
El 5 de octubre, nace Nuria Ramos Rincón, que sería la segunda hija de Isabel y Valentín también mi primera sobrina. En la foto la vemos el día de su bautizo, con su padre y su tía abuela materna, Pura Rincón gallardo.
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