Visitar Edimburgo es visitar la Royal Mile. En realidad, en Edimburgo tenemos que diferenciar la ciudad antigua de origen medieval de la ciudad moderna.
La ciudad antigua se encuentra en lo alto de una colina, y en la misma, su gran eje central es la Royal Mile, calle que tiene una longitud de una milla escocesa (1,8 kilómetros), y que partiendo desde el Palacio de Holyroodhouse, sube hacia lo alto de la colina hasta llegar al gran Castillo de Edimburgo.
Si seguimos el Royal Mile nos encontraremos con otros edificios emblemáticos de la ciudad como la Catedral de St. Giles, en donde fueron coronados muchos de los reyes y en donde John Knox (sacerdote fundador del presbiterianismo) comenzó la reforma protestante escocesa. Además, justo enfrente de la Catedral, bajo tierra, antiguamente se encontraba la cárcel.
Hoy en día, sobre la antigua prisión se encuentra el Corazón de Midlothian, unos adoquines en forma de corazón en donde solían escupir los prisioneros y cuya tradición se sigue manteniendo hoy en día, ya que según los escoceses trae buena suerte. Para ello debes de escupir justo en el centro del corazón y con los pies fuera de éste, sin pisar el límite. Este es el único punto en el que se permite escupir en Edimburgo, ya que si lo haces fuera, los policías tienen derecho a multarte.
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