“Hay dos reglas para beber whisky. La primera, jamás beber whisky sin agua, y la segunda, jamás beber agua sin whisky”
Esta cita y otras muchas las podréis encontrar en el Scotch Whisky Heritage Centre, un centro dedicado a uno de los grandes legados de Escocia a la humanidad: el whisky. Pero bueno, las citas escritas en las paredes no son el atractivo del centro, sino la gran variedad de whisky que se puede encontrar (y comprar), allí. Hay prácticamente de todos los tipos y colores, así que si os gusta el whisky ya sabéis, llevad un presupuesto aparte para este gran momento. El centro en cuestión es la primera parada obligada de la Royal Mile, si no os gusta el whisky entrad también, merece la pena aunque sea echar un vistazo.
Creo que ya os he hablado de la Royal Mile, pero no está mal recordar que es una calle que conecta las dos residencias reales de Edimburgo: el Castillo y el Palacio de Holyrood. La calle está dividida en cuatro partes, que conservan sus nombres originales; a saber, Castlehill, Lawnmarket, High Street y Canongate (desde el Castillo hasta el Palacio).
Escocia ha producido whisky desde hace cientos de años. Está aceptado que la destilación la llevaron los monjes cristianos entre el siglo IV y V. Los primeros impuestos sobre la elaboración de whisky tuvieron origen en 1644; esto causó un marcado incremento de destilerías ilegales en el país. Alrededor de 1780, había 8 destilerías legales y unas 400 ilegales. En 1823, el parlamento suprimió las restricciones para las licencias de las destilerías, provocando de esta manera un duro momento para las destilerías ilegales y el principio de la era moderna de la elaboración de whisky. Dos eventos ayudaron a popularizar el whisky: primero, se introdujo un nuevo proceso en 1831, llamado alambique coffey o de patente, que permitía elaborar un whisky más suave y delicado. El segundo factor fue la destrucción de toda la producción francesa de vino y de cognac a causa de la Phylloxera
El Whisky de malta no debe contener granos que no sean de cebada malteada y es tradicionalmente destilado en alambiques. El whisky de grano puede contener cebada no malteada u otros cereales malteados o no como trigo y maíz y es típicamente destilado en alambique de columna continuo, conocido como alambique de Coffey, Llamado así por Aena Coffey, quien refinó el alambique de columna en 1831. Mientras hay decenas de destilerías de whisky de malta, actualmente solo hay siete destilerías de cereal, la mayoría situadas en Lowlands.
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