Post al azar

1982


miércoles, 16 de febrero de 2011


Miércoles 17 de febrero, a las 16,30 horas, Toñi dio a luz a la que sería nuestra primera y única hija, la situación económica no nos era muy favorable, pero no importaba, era nuestro gran día y los tres conseguiríamos salir adelante. La registramos en el juzgado de Campanario con el nombre de Sonia Rincón Caballero y el día 27 de febrero la bautizamos en Orellana.


Por aquellas fechas yo ya me había marchado a San Sebastián a trabajar y Toñi y Sonia se vendrían conmigo en el mes de abril. Fue entonces cuando comenzaríamos nuestra verdadera vida familiar, para lo cual, alquilaríamos un piso en Villabona, el pueblo donde vivía mi hermana Petri.


El día 24 de junio, nació Laura Rincón Luengo la que sería la primera hija de Eusebio y Antonia. El 5 de septiembre y coincidiendo con mi veinte cumpleaños fue el bautizo de Laura y Toñi y yo fuimos los padrinos.

El 28 de octubre se celebraron elecciones generales. Éstas dieron un triunfo clamoroso al PSOE, que obtuvo la mayoría absoluta en las dos cámaras. La nueva legislatura se inició con Felipe González como presidente del gobierno y Alfonso Guerra como vicepresidente.




12 de mayo, primera comunión de                    5 de junio, primera comunión
Francisco Ramos Rincón.                         Juanjo Fernández Rincón.

Desde 1978, en Extremadura se había establecido un régimen administrativo preautonómico, pero no fue hasta finales de este año y principios del siguiente cuando comenzó a regirse por su Estatuto de Autonomía de acuerdo con la Constitución y fue en mayo de 1983 cuando se celebraron las primeras elecciones a la asamblea regional.

Como referencia de Orellana, diré que este fue el último año que se sacó al Cristo en rogativas de lluvia, al parecer en parte por la falta de éxito obtenido en las últimas ocasiones y también por la falta de fe en dicha creencia.


Nuestros primeros meses en el País Vasco fueron bastante duros pero, a pesar de todo procurábamos distraernos dando algún que otro paseo por la ciudad. El mes de diciembre nos jugó una mala pasada, pues a Sonia le vino una deshidratación bastante fuerte que nos obligó a ingresarla en la UVI durante unos días. Aunque también nos trajo algo bueno pues comencé a trabajar en Chocolates Suchard donde ya trabajaba mi hermano Eusebio desde hacía algunos años

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