Se que no es necesario q os cuente la historia del Cid, ese señor llamado Rodrigo Díaz de Vivar que luchó contra los Moros o musulmanes invasores en España en el siglo 11.
Lo q si os contare será la historia de sus dos espadas, Cencidas como Colada y Tizona, dicen q jamás se han vuelto fabricar espadas de semejante calidad, están hechas con acero de damasco, se dice q La tizona era de un solo filo y la Colada más larga y de doble filo. La Tizona está en el Museo Real de la Armada en Madrid, y La Colada se dice que está en el Palacio Real.
Se dice q el Cid ganó estas espadas a lo largo de las batallas y q se las regalo a su yerno pero q más tarde se la quito x lo mal q trataba a su hija.
O sea q como yo me entere q el Markus maltrata a mi hija, no va a ver ni una sola espada de las mías.
También se dice q ninguna de estas dos espadas fueron realmente las del Cid, q son simples armas de colección atribuidas a este señor para darles fama y mercado a las mismas.
Besos y hasta la próxima.
1 comentarios:
Ah, la Colada, cuan hermosa es. Una reproducción de la Colada fue la primera espada que tuve en mi colección (perdida en mi traslado de Paris a Huelva, desgraciadamente). Se tenía bien en mano, con un equilibrio tranquilo y poderoso, sin pesar demasiado. Para mí, la espada perfecta.
La Tizona es bella también, por supuesto, pero no le encuentro la elegancia y la poesía de la Colada, arrebatada al conde de Barcelona según el Cantar del mío Cid.
Pronto volveré a tener una reproducción. No solo es bella si no que, encima, me trae recuerdos.
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