En el Pirineo occidental, superado el valle del Baztan y a escasa distancia de la frontera con Francia se encuentra Zugarramurdi, el pueblo de las brujas, donde fantasía y realidad se mezclan para regalar a la imaginación la posibilidad de hacer un apasionante viaje a través del tiempo.
Zugarramurdi es un topónimo de significado desconocido, aunque con seguridad proviene del euskera El del nombre podía ser 'lugar abundante en olmos ruines', de zugar.
La cavidad principal de estas cuevas ha sido producida por
una corriente de agua aun caudalosa, El Infernuco Erreka (rio del infierno) que
la traviesa conformándola como un amplio túnel que se orienta de noreste a
suroeste en una longitud de 120 metros, una anchura de 10 metros y una altura
media de 12 metros. Tiene dos galerías más altas aproximadamente de la misma orientación
y ambas desembocan en la cueva principal.
En cuanto al depósito arqueológico, se han practicado prospecciones,
hallando algunos testimonios de cerámica prehistórica. Sin embargo, lo que ha
hecho famosas a estas cuevas; como su nombre indica son conocidas por las
brujas.
"Sorgin
Leze" (cueva de las brujas)
La cueva no contiene estalactitas, ni pinturas rupestres,
pero sí un atractivo singular gracias a su amplitud y a la leyenda que la
envuelve. En ella resulta fácil imaginar los akelarres, situar
los relatos que hablan de brujería, de rituales paganos y de banquetes
presididos por el diablo. Los nombres que recibe la gruta acentúan su relación
con este mundo mágico. Así, se le conoce como "Sorgin
Leze" (cueva de las brujas) en el lado más abierto del túnel y
como "Akelarre Leze" (cueva
del akelarre) en la parte más estrecha.
Cojamos la escoba y viajemos en el tiempo. Año 1610. Una joven de la
localidad navarra de Zugarramurdi cuenta a sus vecinos sus inquietantes sueños.
Aseguró haber volado y haber visto a varias personas del pueblo participando en
aquelarres. Pudo quedar en un sueño de adolescencia. Pero la Inquisición barrió
para casa e investigó el asunto.
"Akelarre Leze" (cueva
del akelarre)
La historia está recogida en el Museo de las Brujas de Zugarramurdi, supuesto epicentro de una fiebre de brujas sucedida en Navarra por aquella época. Sin embargo, el Auto de Fe de 1610 impactó a toda Europa y Zugarramurdi se convirtió en el 'pueblo de las brujas'.