1987

El 7 de enero firmo la carta de despido pactado y cobro el finiquito de Chocolates Suchard donde estuve trabajando desde diciembre de 1982. Al día siguiente nos marchamos a vivir a Vitoria donde ya habíamos comprado un piso y un local donde montaríamos una tienda de alimentación que llevaría Toñi. Yo empecé a trabajar en una empresa de maquinas recreativas, donde más tarde adquiriría una explotación de las mismas en la zona de Cantabria. También trabajé en MAPFRE y más tarde en un garaje, todo ello a la vez. No sé cómo lo hacía pero así estuve durante dos largos años. Era evidente que tanto trabajo nos permitía vivir medianamente bien, por lo que empezamos a disfrutar un poco más de la vida y a conocer algo más de lo que nos rodeaba. Uno de los lugares que visitábamos con más frecuencia era Laredo (Cantabria), lugar en el que estamos Sonia y yo en la foto de abajo.

Este año el gobierno francés realizó un cambio de actitud pasando a colaborar activamente en la lucha contra ETA, mediante detenciones y extradiciones de miembros de la organización terrorista, coincidiendo con un pacto de gobierno entre el PSOE y el PNV en el País Vasco. ETA prosiguió los atentados, el más sangriento de los cuales, perpetrado en unos grandes almacenes de Barcelona en el mes de junio que causó 21 muertos y 50 heridos.


El congreso aprobó la Constitución por 325 votos contra 6 y 14 abstenciones. Solamente el PNV se mostró radicalmente contrario al texto constitucional porque, a su juicio, no reflejaba las aspiraciones del pueblo vasco. La Constitución eliminaba las ultimas reliquias de la confesionalidad del estado, suprimía los poderes de la Monarquía reduciéndola a una autoridad moral - que demostrará luego ser más fuerte de lo que se pensaba - y consagraba la fórmula de las autonomías.